Yuana Kazumi

Llevo ya un tiempo comentando que ando detrás de todas las obras publicadas en España de esta autora, y poco a poco lo he ido consiguiendo. En este momento tan sólo me falta hacerme con su tomo único, La canción del sueño, y si todo sale bien, lo tendré próximamente.

Ya logré hace un tiempo HaruHana, y la semana pasada compré de golpe sus otras dos series: Un millón de lágrimas y La flor del sueño eterno. Todas sus series las he comprado de segunda mano, porque al estar descatalogadas es difícil encontrarlas en tiendas, por lo tanto me han salido bastante más baratas de lo que costaban en su día y estando en muy buenas condiciones, total, que estoy súper contenta.

Un millón de lágrimas, que se publicó en Japón en el 2002, narra la historia de Glorious Lilly, un joven devorador de almas que vaga por el mundo con su amada y otro compañero, tras haber terminado así por vengarse de algo que sucedió tiempo atrás. Se trata de una historia sencilla una vez que la recuerdas cuando ya la has acabado, pero mientras la estás leyendo puede parecer algo confusa a veces e incluso liosa. Todas las historias de Yuana Kazumi tienen elementos sobrenaturales y de fantasía, por lo tanto hay que tratar de dejarse llevar y no ser demasiado escéptico para poder disfrutarlas enteramente.

La flor del sueño eterno es la serie que más me ha gustado de la autora hasta ahora. La temática de los sueños es algo que siempre me ha atraído, y en esta historia Yuana sabe perfectamente cómo hacer que el lector se sienta inmerso en ese mundo de sueños que la chica protagonista puede ver, y a la vez sentirse un poco perdido por no saber muy bien qué es lo que está pasando. Sin duda, el dibujo vuelve a ser soberbio, teniendo cuidado cada trazo y cada expresión. Quizás un tomo más hubiera venido bien, porque algunas partes de la historia se desarrollan demasiado rápido, y en sólo dos tomos es muy complicado contar todo lo que esta historia lleva por detrás. Pero aún así cumple, y te deja con ganas de más.

Sin duda, lo que más me llamaba la atención de sus obras, es ese dibujo tan dulce, que por supuesto no será del gusto de todo el mundo; pero tras haber leído estas dos obras, me he dado cuenta de que todo encaja: el dibujo suave de Yuana y sus historias oníricas van de la mano, coexisten, o más bien, viven el uno para el otro, y es esta deliciosa combinación lo que hace las obras de esta mujer únicas en el mundo del manga.